servidores y por eso se la llama también, frecuentemente, tentación. Por lo que se refiere al presente pasaje comprendemos cuán necesaria es la paciencia si nos damos cuenta que la hemos conservado por el poder de Dios, comprendiendo también que la esperanza en el futuro, por la gracia de Dios, no nos faltará jamás puesto que ella es quien nos asistió y socorrió en la necesidad. San Pablo deduce, como consecuencia, que la prueba engendra la esperanza, porque habiendo ya recibido los beneficios de
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